30 años después del Thunderdome, Max Rockatansky regresa encarnado ahora por Tom Hardy, haciendo lo que en su momento hicieron las otras tres entregas que es la simple tarea de poner hasta aquís y nuevos puntos de partida, pues si bien Mad Max dio pie a que cintas como Blair Witch o El Mariachi creyeran en ser algo pese al bajo presupuesto, Mad Max 2 hizo de la estética postnuclear un referente absoluto, y Mad Max 3 llegó a la influencia de tantas cosas de la cultura popular en las tendencias industriales; ésta ocasión, en la que bien podría ser Mad Max 4 El Camino de la Furia, vuelve a romper paradigmas y se vuelve un nuevo referente que obligatoriamente cualquier nueva cinta de acción deberá seguir, y es que el hecho de poder tener dos horas de acción consecutiva sin caer en el mock, en la mediocridad, ni en la parodia, es tener un proyecto totalmente bien estructurado, con una mitología 1000% sólida, 1000% sustentable, y sobre todo para el "apagado" Miller 1000% redentora.
Max es hecho prisionero y se vuelve una bolsa de sangre.
Una nueva ciudadela se muestra, comandada por Immortan Joe (Hugh Keys Byrne, sí, Toecutter está de vuelta como un nuevo maloso), a quien adoran los pobladores por haber encontrado agua en el subsuelo de una montaña y piadosamente la da a los pobres cuando a él se le da la gana; maneja una refinería de cerca, tiene sus ejércitos, etc... y entre sus guerreros está Furiosa (Charlize Theron), quien decide traicionar a Joe y le roba a sus "esposas" (Rosie Huntington Whiteley, Riley Keough, Zoe Kravitz, Abbey Lee y Courtney Eaton) para liberarlas de la tortura de ser máquinas de hijos de Joe en una larga tradición de esclavas que Joe tiene; pero cuando los malos se enteran del robo, los ejércitos de la ciudadela salen a la persecución de Furiosa en busca de las chicas, estando entre los war kids Nux (Nicholas Hoult), quien posee a Max, de quien está contectado por un tubo para trasladarle sangre hasta que uno de los dos muera en beneficio de las guerras de Joe; ya cuando Furiosa y Max se encuentran, obviamente Max les ayuda en su escape, hasta que la cinta vuelve a tener el destino de las tres cintas anteriores, que es el hecho que en Wasteland no hay motivo para tener esperanza, no hay motivo para creer en nada...
¿Y qué tenemos? Dos horas fascinantes de alucinantes secuencias de acción, una tras otra, decoradas magistralmente por el ingenio del universo de Miller, auxiliada al perfeccionamiento por los efectos especiales actuales, la música delirante de Junkie XL, además de la incorporación de Furiosa a la cultura popular como una de las más épicas heroínas que el cine haya visto (sí, Sarah Connor ahora es historia) y eso la vuelve una de las mejores películas de acción de los últimos años, si no es que la mejor, recordando que no solo el cine de superhéroes puede hacer historia, y que un ícono cultural como Mad Max puede dormir por treinta años y regresar de repente con un esplendor incomparable, un destello lúcido, y una experiencia totalmente estridente para el público conocedor y también novato en el tema del antihéroe.
Mad Max Fury Road es una absoluta recomendación, una apuesta a la referencia que se hará en las cintas por venir, y seguro el inicio de una nueva trilogía (que solo no se daría si los productores son suficientemente ineptos como para no ver lo absolutamente genial que es esta cuarta entrega) en las que Furiosa tendrá que reforzar ese nuevo status de ícono que se ha ganado que ayudará a que la visión de Miller aplaste este intermedio tibio que si bien entretuvo a cientos de chamacos alrededor del orbe, le hizo olvidar a su personaje original, ahora devuelto e inmediatamente reinstaurado. ¡Bravo!
No hay comentarios:
Publicar un comentario