En este blog siempre elogiamos a gente como Jodorowky, y a la vez elogiamos que este mismo se burle de Steven Spielberg, pero si hay una película de Spielberg que nos calla la boca a todos, incluído Jodorosky, es la icónica, la magnífica, la única Jurassic Park, revolucionaria de su época, tan trascendente como Casablanca o el Ciudadano Kane, y una marca que persiste hasta hoy, donde los efectos especiales no deben de ser un pretexto para presentar una mala película.
Basada en el libro de Michael Crichton, la cinta narra cómo un viejo de dinero, pero visionario, ve realizado su sueño, por medio de la clonación, de un parque de diversiones con dinosaurios vivos; pero para concretar al cien por ciento su proyecto, los inversionistas del mismo requieren la aprobación de abogados y científicos de renombre para avalar el parque; sin embargo, el día de la muestra un gran caos se desata debido a un empleado que sabotea el parque completo para poder robar las muestras de adn de dinosaurios y venderlas a la competencia.
Con memorables actuaciones de Sam Neil, Laura Dern, Jeff Goldblum y Richard Attenborough, y apariciones secundarias de gente como Samuel L. Jackson, BD Wong o Wayne Knight, la cinta es una aventura que nos mantiene al borde del asiento, entre la ilusión de la resurrección de los dinosaurios, el excelente score de John Williams, y una precisión espectacular en cuanto a dirección refiere, Jurassic Park es uno de los más grandes clásicos de todos los tiempos, y 20 años después de su estreno es imposible de negar esta afirmación.
Una inevitable, un hito, una marca...
PD Actualizada: 2013: Ahora que ha sido reestrenada en 3D, aún cuando este 3D es casi inexistente y desapercibido, volver a oír y ver al T-Rex en una sala de cine vale la pena volver a gastar, y nunca olvidar nuestras interminables adulaciones.
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