Como menciono, trata sobre un stalker con mommy issues, protagonizado pro Wood, quien va en su camioneta por la ciudad siguiendo a las chavas guapas que le gustan, secuestrándolas y aplicando la del apache, cortando sus cueros cabelludos para ponerles en maniquíes y "darles vida" teniendo su sádico harem en su perversa y retorcida mente; también ejecuta por citas por internet, etc... La trama bien empieza cuando una fotógrafa francesa (Nora Arnezeder) con un pésimo acento francés gringo comienza a fotografear a sus maniquíes desde afuera de la tienda donde Zito (Wood) vive... a ella le atrae tanto el concepto que le pide al asesino que le preste sus juguetes para una expo. Él acepta porque se enamora de ella, pero esto no le impide seguir matando en una vida paralela a la relación que lleva con la artista. Las cosas, obviamente se saldrán de control y el resto es historia.
Usualmente solemos reseñar remakes conociendo las versiones originales para poder juzgar más justamente, sin embargo, en esta ocasión no quedaron ganas de esta justicia, pues el resultado, pese a tener buenos efectos especiales gore, y contar con Alexandre Aja (The Hills have eyes) como guionista, es bastante mediocre, aburrido, malhechón y quita completamente las ganas de seguir el rastro para corroborar comparando con la versión de los 80´s...
Así que, motivados por la presencia de Wood, quien suele ser garantía del cine en el que aparece, nos aventuramos a ver esta película de la que antes no sabíamos nada, sin embargo, nada de lo que se ve llega a convencer, ni siquiera situándola al lado de contemporáneas B que van apareciendo en nuestra hambre cinéfila de día a día.
La cinta entonces no es recomendable, es prescindible y no se pierden nada si no la conocen o si nunca la llegan a conocer....
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