lunes, 2 de junio de 2014

Star Wars: Episode III - Revenge of the Sith (2005)

Luego de ver al poderoso ejército de clones pelear par a par con los jedi y de enterarnos (los no ultrageeks) de cómo iba a terminar Anakin Skywalker antes de volverse como tal Darth Vader, la gran expectativa de la fanaticada nos conduce a la conclusión de la nueva/ primera trilogía de la legendaria Star Wars.
Con George Lucas, el patriarca warsie, nuevamente a la cabeza del proyecto, y el elenco base de este segmento (McGregor, Christensen, Portman, McDiarmid, Jackson, Lee), la guerra de los clones ahora nos muestra un periodo demasiado avanzado a como Lucas nos dejó la última vez, ahora Dooku (Lee) cuenta con un aprendiz robot llamado General Grievous (Matthew Wood), y tras el secuestro del Canciller Palpatine (McDiarmid), Skywalker y Obi Wan son los que llegan a la batalla final para rescatarle, lo que reafirma la idea que Palpatine tiene de volver a Anakin su nuevo aprendiz sith, envenenándole la mente en contra de la orden jedi ayudado por la desgracia que a su madre le ocurrió; una vez que Darth Sidious se revela Anakin torna a Darth Vader, y defendiendo las ideas que según salvarán a Amidala (Portman), inicia su nueva personalidad matando a Mace Windu (Samuel L Jackson), y luego a los padawan de la escuela jedi (en una escena que no se ve); siendo Yoda (Frank Oz) y Obi Wan (McGregor) los primeros en saberlo, comenzando una búsqueda uno por Sidious y otro por Vader, terminando la primera en fracaso ante el enorme poderío del sith, y la otra en decepción, teniendo que dejar a su amigo/ hermano/ discípulo descuartizado cerca de la lava... Yoda se exilia, Obi Wan se exilia, Amidala no lo soporta... Luke y Leia son separados... Los jedi dejan de existir...
Nuevamente ambivalente en la crítica, pues mientras que finalmente Christensen encarna como se debe al deteriorado Vader, y la batalla entre él y Obi Wan es una de las más épicas e innolvidables peleas de la historia del cine, concluyendo más en una desgracia para el alma que para el cuerpo, la cinta tiene como primer gran error el iniciar tan lejana al Ataque de los Clones, pues aún cuando se trata de enmendar por las caricaturas en Cartoon Network, el avance de la guerra y la enorme cantidad de historias entre cinta y cinta vuelven al espectador extremadamente ajeno a la historia a la que apenas estaba acoplándose; y el segundo gran pero es la masacre del templo jedi, pues pese a que las secuencias y los cortes llevan a lo que realmente sucedió, la casi ausencia de ésta secuencia es un gran contra al resultado final del film, pero, pues, a final de cuentas, es una cinta familiar...
George Lucas nos narra el final del proceso de malificación de Anakin Skywalker cruelmente, nos susurra sobre una nueva esperanza, pero pese a la enorme calidad de sus cintas, el gran esfuerzo que se sabe que se le da no llega a ser tan repercutivo narrativamente y en cuanto a influencia, como la saga anterior lo fue.
Claro, la cinta es recomendable, claro, es épica, es indispensable, pero pasa como una embarrada más de la ambiciosa franquicia que pareciera más querer ganancias que inmortalidad.









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