Estelarizada por Owen Wilson y Lake Bell, la historia narra el nuevo comienzo de los Dwyer, quien se mudan a un país al lado de Vietnam (muchos dicen que Cambodia) para empezar un empleo prometedor, llevándose con él a su familia acompañándole en esta nueva aventura. En el avión conocen a un viejo inglés muy amigable (Pierce Brosnan) quien hasta a su hotel los lleva, y todo en orden... hasta la mañana siguiente, que en busca de un periódico en inglés, Jack (Wilson) se encuentra en medio de un naciente enfrentamiento de guerrilleros contra policías que se dirige a una guerra civil que hará pasar la peor de las vivencias al protagonista, su familia y todo aquel que se vea no-camboyano.
Y sí, obviamente todos los asiáticos son mostrados como malvados menos uno que es amigo de Brosnan, Shahajak Boonthanakit, a quien en realidad solo lo usan para tener a quien matar en el momento adecuado, por lo que las críticas xenofóbicas y gringocentristas no se han hecho esperar; la construcción y orden elegido por Dowdle rebasa producción por contenido, pues sí son destacadas en su estilo una que otra secuencia de acción que tensan al espectador como una buena cinta del género. pero sí, hay que aceptar, que pese a impresiones de construcción cinematográfica, las otras críticas tienen razón la xenofobia podría ser más estelar que Wilson o Brosnan, y la cinta se perfila para pasar en tv azteca por las tardes de los próximos años, y poco a poco ser olvidada entre las tantas cintas de acción que tantos astros como el mismo Brosnan han tenido.
La cinta, entonces sí es buena, entretenida y cumple su cometido, por lo que es recomendable, sin embargo, hágase a la idea que cualquiera que no luzca como usted (gúero alto gringo de ojo claro), será peor amenaza que cualquier apocalipsis zombie o cualquier invasión extraterrestre que pueda recordar.
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