He de admitir que cuando mi cinefilia se mostró culta y etapas como la Nouvelle Vague llegaron a mí, leí de ella, pero como la historia es tendenciosa y el tiempo es corto a quienes más atendí en un comienzo fueron a los más comentados por todos lados, y éstos eran Truffaut y Godard; ahora que la abuela de NV ha muerto me he cuestionado de qué me he perdido y he decidido indagar para conocer más de ella, y la primera película que he abordado es Cleo de 5 a 7 y he de decir que me ha encantado, la manera en la que Agnes Varda maneja la sencillez y complejidad al mismo tiempo solo me hace ver de cuánto me he perdido por solo atender los titulares, que como es ya conocido, ha sido manejado por una industria fálica que solo obstruye el brillo de gigantes como ella, y ha llegado mi momento de apreciarle como antes no atendí...
Estelarizada por Corinne Marchand, cast perfecto para un personaje tan crítico como lo es Clepatra, la historia nos narra la simpleza de su vida un solsticio francés entre las 5 de la tarde y las 7 de la noche, narrada casi en tiempo real, pues hay una variante de media hora por las elipsis fílmicas; la cinta empieza en la casa de una lectora de cartas, quien le predice a Cleo una muerte cercana debido al cáncer; como Cleo, famosa cantante pop, es muy supersiticiosa, y espera unos resultados médicos esa tarde, de ahí en adelante, caerá en la desgracia, la cual destacará ante su banal, vanidosa y caprichosa vida, quedándole de consuelo inicial que mientras ella siga bella seguirá teniendo vida, y eso es lo que importa.
Los primeros minutos de la cinta es acompañada por su criada, Dominique Davray, quien le sonsaca toda la vanalidad que se le ocurre, desde no usar sombreros dentro de un edificio hasta aplaudirle todo y solo hablar de lo genial que es su jefa; en esta primer parte de la película se ve su vida de lujo, se sabe que tiene una pareja que dice amar, pero que ni a él ni a ella parece realmente importar, todo respaldado en esa libertad amorosa francesa que más que libertad pareciera condena, y que por muy liberal que se quiera ver parece que la necesidad del amor continúa latente entre los personajes, al menos en las actuaciones de los personajes en la cinta; otro importante elemento en esta parte es la participación de Michel Legrand, el alegre pianista que le compone la música a Cleo, quien trae una nueva canción para que ella la cante; la canción se llama Sans Toi, tristísima y bellísima canción que parece volverse un puente entre la vacuidad exterior de la bella protagonista y su alma melancólica; tal es la catarsis que la cantate se enfada con todos y sale de su mansión con dirección a la segunda parte del film.
La parte media de la historia Cleo la comparte con Dorothee Blanck, una amiga libre quien posa para escultures; termina su sesión y ambas salen a pasear por la ciudad; a diferencia de la criada, Dorothee no tiene prejuicios ni es condescendiente, es una chica muy alegre que la lleva a ver la ciudad desde una perspectiva menos aburguesada, lo cual aligera la presión de la espera de la protagonista. Entre los sitios que visitan está un cine donde trabaja el novio de la amiga, y ahí ven una película muda estalarizada por el mismo Godard.
Finalmente, al dejar atrás Dorothee, la tristeza regresa, y Cleo va al parque, donde la aborda un hombre más, Antoine Bourseiller, -pues toda la película hay hombres que la hostigan al menos con la mirada y otros tantos con piropos- En un comienzo Cleo ignora a Antoine, pero gracias a su carisma éste se la gana, convenciéndole de acompañarla al hospital por los resultados de su análisis. En la parte de Antoine es cuando más alejada del mundo burgués se encuentra Cleo, y donde parece finalmente encontrar la felicidad, todo gracias a la sencillez y sinceridad que el personaje final tiene. La conclusión no llega a ser un romántico clitché fin, sino una bella secuencia de miradas, donde nada pasa pero todo queda claro.. ¿no les ha quedado claro? véanla y me entenderán...
Como ven, en cuanto argumento es una pieza maravillosa y profunda, no obstante, no acaba ahí el trabajo de Varda, pues visualmente no solo tiene una fotografía fabulosa digna de genios como Eugene Atget, y del estilo entero del NV, sino que a parte, todo sucede en un mundo caótico donde no solo existe Cleo, sino que cada extra que pasa alrededor de ella se vuelve relevante y su presencia no pasa inadvertida, siendo un gigantezco espectáculo social que solo una genio como la directora podría representar.
Obviamente he quedado fascinado con la película en todos los aspectos posibles y ha sido una de las experiencias más gratas de una película que nadie me haya recomendado y que por mera curiosidad culposa he buscado; me da gusto no privarme de esa curiosidad y me propongo ver más de esta artista de la que he oído más que nada por su muerte por encima de su genialidad.
En cuanto a Cleo, claro que es una película recomendadísima de la que yo sí hablaré más y recomendaré con entusiasmo pues me ha encantado y sería fabuloso que les encantara a ustedes también, lets get reto, lets get nouvelle vague una vez más
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