La historia, todos la conocemos, Mowgli (Neel Sethi), un niño hindú, al que dejan solo en la jungla, y Bagheera la pantera (Ben Kingsley) le rescata y le lleva a vivir con una manada de lobos. En esta versión su partida se da porque Shere Khan el tigre (Idris Elba) se entera de que hay un humano en la selva y ordena a los lobos le entreguen al muchacho. Como no lo harán, Bagheera lo acompaña camino a la aldea del hombre, donde conocerá a la serpiente Kaa (Scarlet Johansson), al oso Baloo (Bill Murray), al orangutan Rey Louie (Christopher Walken), entre otros... Las modificaciones se ven en la crueldad de Shere Khan, super adecuado para un Idris Elba post Beast of No Nation, las canciones, que más que cantarlas las recitan, y en el final, que deja la puerta abierta a las secuelas, las cuales aún no hay certeza absoluta si correrán a cargo de Favreau o de alguien más...
Los actores para el CGI quedan ideales, la actuación de Sethi es fabulosa, los homenajes dignos, teniendo una gran película como pocas veces un remake puede logra; se levanta junto a la original sin buscar remplazarle sino solamente diciéndole "así de tanto te admiramos, gracias"
Como mención rara para esta ocasión, hago mención del doblaje, que si en la original teníamos que Tintán era Baloo, era como si un actor de estos tiempos necesitara alcanzar la talla de Chaplin, por lo que existía la opción que siempre tienen de elegir a los mismos del doblaje de siempre, o elegir actorcillos mediocres de Televisa, tipo Omar Chaparro o Adrian Uribe, o hacer las cosas bien y contratar actores respetables que hicieran digno espejo de lo logrado por el cast gringo que a parte incluía a Lupita Nyongo, Giancarlo Esposito, Sam Raimi, entre otros; por lo que inteligentemente e increíblemente eligieron la opción de dignificar el doblaje, como en los máximos tiempos de Disney, y eligieron perfectamente a Hector Bonilla como Baloo, Enrique Rocha como Bagheera, Brozo como Shere Khan, Regina Orozco como Raksha, Susana Zavaleta como Kaa y Francisco Céspedes com el Rey Louie.... Su trabajo, igual que el de Favreau no es arrogante y solo homenajea el trabajo de los gigantes de la edad de oro.
La película, como leen, es una preciosura, los tendrá cantando y prediciendo las secuencias como cuando niños, los conmoverá, y abre la puerta a nuevas generaciones a que conozcan las historias con la que nosotros crecimos, con la que nuestros padres crecieron, y ahora la tecnología adecuada ha ayuda a que vuelvan a trascender. Una película indispensable de este 2016, que nos regresa la fé en Favreau y en el más grande de los Hollywood blockbustereros.

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