Sobre la historia de Espartaco, protagonizado por el mismo Douglas, su esclavitud a manos de Léntulo Batiato (Peter Ustinov) que lo vuelve gladiador, y le incita después esta profesión a la revolución y liberación de los otros esclavos, la cual fracasa, y en un emotivo final de esclavos unidos, de una manera inesperada, Espartaco consigue lo que tanto luchó: Su libertad.
Muy privado de sus capacidades creativas personales, la cinta es un éxito, y es una épica y absoluta parada obligatoria en la historia de las megaproducciones hollywoodenses, sin embargo, pareciese ausencia total de la individualidad del director. Douglas se lleva las palmas, y los vitoreos, la historia de Espartaco se hizo como él quería, pero de nada sirvió contratar a Kubrick, tal como empezó, solo fue un favor de amigos...
Aún así, Hollywood le celebra la gran película, y James B Harris ahora casi ruega por que su contrato siga, dándole su importancia debida en los films por venir.
La película es recomendable si a usted le gustan las grandes clásicas como Ben-Hur, o los Diez Mandamientos, pero como digo, la ausencia de Kubrick es la más grande decepción en la película.

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