martes, 25 de marzo de 2014

Requiem for a Dream (2000)

Basada en la novela homónima de Hubert Selby Jr, y aún siendo posterior por cuatro años de Trainspotting, éstas dos películas podrían ser los dos más grandes fenómenos generacionales en el tema de las drogas, teniendo en cada una de sus respectivas cabezas a dos de los más indispensables directores emergidos de la generación X: Danny Boyle, y en el caso de Requiem: Darren Aronofsky, ambos nacen en una idea marginal, crecen en el esceptisismo académico, se tornan íconos y luego el cine entero es solamente su sombra.
Con esta primera joya reconocida, pues no es su primer película, pero sin duda sí su primer gran hit, talvez su más importante pieza, también salen a flote dos actores que se tornan relevantes a partir de aquí, Jared Leto y Jennifer Connelly, además de contar con una de las mejores actuaciones de una anciana que se hayan visto en mucho tiempo (al menos fáciles de recordar (a no ser por eventos recientes como Nebraska o Amour)), en la interpretación de Ellen Burstyn como Sarah Goldfarb, y la prueba de que los Wayans pueden no hacer películas idiotas de vez en cuando, teniendo a un Marlon Wayans serie, trágico e innolvidable.
La cinta narra la adicción de Harry, Marion y Tyrone, quienes inician un negocio de narcomenudeo, y empiezan a generar ganancias relevantes, por lo que Harry, quien estelariza, deja su casa y deja por fin en paz a su madre, quien lidiaba con la adicción de su hijo, para que unos días después reciba una llamada de que va a salir en su programa de concursos favorito, y para caber en su vestido favorito empieza a consumir metanfetaminas, uniéndose al grupo drogadicto en el que su vida giraba; poco a poco las cosas se van complicando para todos los personajes hasta que el climax invernal llega finalmente.
Acompañada por uno de los soundtrack más emblemáticos del cine de todos los tiempos, que queda en las manos de Clint Mansell, la película es una absoluta joya negra y autoral que nos muestra a uno de los más grandes genios cinematográficos de los últimos tiempos, y por lo tanto Requiem es una de las indispensables recomendaciones que se debe de ver con sus respectivas discreciones, pues su nivel trágico es fatal y mórbido, viva la vida, viva la juventud.





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