Repitiendo a David Yates a la cabeza, la película podría considerarse controvertida, pues entre todas las entregas de la saga contiene las secuencias más burdas e innecesarias, pero a la vez contiene algunas de las más épicas de la franquicia.
Narrando primeramente el juego hormonal de los maguitos púberes, y después el avance oscuro de Voldemort y sus mortífagos ahora que han sido descubiertos, más las primeras claves de lo que será el final de la historia, donde Dumbledore tiene sus secuencias más emotivas de la saga completa, además de salir del clóset maligno uno de los personajes favoritos del público, la cinta repite a su cast habitual encabezado por Daniel Radcliff, Emma Watson & Rupert Grint, y secundado destacadamente por uno los cast de reparto más relevante de los últimos tiempos, de donde destacan artistas como Alan Rickman, Ralph Fiennes, Michael Gambon, Helena Bonham Carter, Tom Felton, Robbbie Coltrane, Jim Broadbent, quien se incorpora hasta esta entrega como el profesor Horace Slughorn, entre otros.
La película es la más teen de la saga, concordando perfectamente más con lo que pasa contextualmente en canales como Nickelodeon o Disney Channel, regresando con esto a las prioridades consumistas hollywoodenses que al valor de la trama de JK Rowling en sus historias; pero al final, la película sigue a flote sin encontrar su perdición. Aunque tiene puntos terribles en su contra, como menciono, es gracias a una que otra secuencia fantástica que la película consigue ser una buena recomendación en el cine de fantasía.
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