Sobre un chavo que vuelve a vivir en Los Angeles, tratando de volverse bueno, consiguiendo un amigo amilhouseado, llamado Plato, interpretado con aclamaciones también por Sal Mineo, y buscar a una buena chica para que sea su novia (Natalie Wood); la vida no le dejara volverse el buen chico que sus padres (Jim Backus & Ann Doran) quisieran, pues tras afrontar a sus bullies, las cosas se salen de control cuando para lidear con sus acosadores a Jim Stark (Dean) se le ocurre que es una buena idea solucionar sus problemas en una peligrosa carrera de autos, la cual termina pésimamente para el villano (Corey Allen), desatando secuelas que terminarán hasta con la vida de uno de los personajes y sacudirá esto en la psique de todos los afectados.
Sin duda, en el extremo de los estilos cincuenteros, teniendo de un lado a Marilyn Monroe como la oportunista superficial socialmente aceptable (más por ser rubia) con su cinta Los Hombres las prefieren rubias, y por otro lado a James Dean como al incomprendido cuyo situacionismo le lleva a nunca confortar su buena fe, los estilos de la gente de ese tiempo se fueron encausando hacia una u otra dirección, siendo quizás ellos, en medio de éste boom de cultura popular, los fenómenos raíces de lo que dividiría las tendencias sociales entre rock y pop en los años por venir.
La cinta es un clásico tan grande que hasta el Registro Nacional de Filmes le considera en su preservación debido a su contenido cultural, estético y estéticamente significativo, llegando su legado a infinitud de cintas teen y pro/anti moralistas en distintos estilos de directores que influirán a las juventudes de las décadas por venir. Una completa recomendación.

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