Vice (2018)

Parte del paquete de nominadas para los óscares 2019, dirigida por Adam McKay, la cinta nos narra la historia de uno de los personajes más sombríos de la administración GW Bush, Dick Cheney, quien es interpretado por un multifascético Christian Bale en una cómica e interesante versión de lo sucedido durante esos controversiales años.
La cinta cuenta con un narrador, Jesse Plemons, a quien la historia situará conectado a Cheney de un momento a otro; éste nos contará la biopic desde los comienzos etílicos del personaje, su ruina juvenil y desestabilidad familiar al encuentro con Donald Rumsfeld (Steve Carrell), quien lo mete a la política encontrando un camino frío y cínico que le forjaría su personalidad. La primera parte de la película es su origen, lo siguiente es la llamada de Bushito (Sam Rockwell), quien no lo convence de ser su vice.presidente hasta que Cheney se le ocurre usar la estupidez del candidato a su favor, terminando por volver al presidente su títere, y conduciendo el destino de un país y el mundo según sus conveniencias y la desestabilidad social que hasta la fecha continúa...
Analizemos: La primera parte del film es bueno, la actuación de Bale y de Amy Adams como Lynne Cheney son destacadas y son las que les ameritan la nominación al oscar; pero una vez comenzado el periodo Bush es cuando, sin decirlo, McKay se va directo a la yugular para asociarle con los choques de las torres gemelas y la guerra de medio oriente que han sido protagónicos históricos a lo largo del siglo, teniendo entonces estos momentos como graves declaraciones entre líneas sobre uno de los hechos que tornaron al mundo de la manera que ahora es...
Así que completando el cast con Naomi Watts, Alfred Molina, Alison Pill, Tyler Perry, Justin Kirk, Lisagay Hamilton, Eddie Marsan, entre otros, McKay crea un discurso relevante sobre su postura sobre dichos hechos, sin tener que apuntar directamente el dedo contra verdaderos culpables, sino dejándose llevar por los hechos y posturas que el director conoce... que no digo que no sean ciertos, pero tampoco puedo afirmarlos por la cultura conspiranoica que los hechos mencionados han dejado en las generaciones actuales.
La película es bastante buena, pero teniendo que apostar, compitiendo con gigantes como Roma o La Favorita la veo difícil de sobresalir en la entrega... como sea, gane o no, es una total recomdada en esta temporada de premios tan cerca de llegar a su final.