Sí, zombies, sí, hay un millón de cintas, sí, hay de Walking Dead, sí, hasta Plantas vs Zombies, pero aquí la propuesta es: Hubo una cura, el elemento crucial: que los retornados (los que dejaron de ser zombies para volver a ser humanos) deben inyectarse esta cura diario, lo que desata la duda del resto, y empieza una segmentación, un tabuísmo, un nuevo odio racial...
Alex (Kris Holden Reid) es un maestro de música retornado, que vive con su esposa Kate (Emily Hampshire), una doctora que estudia el fenómeno de los retornados, por lo que el suministro de dosis de Alex está seguro; sin embargo, el dilema es que la cura viene de un líquido de la espina dorzal de los zombies, y con la cura hay menos zombies, por lo tanto, hay menos antídoto, y de un momento a otro Alex y Kate se verán enredados en esta sequía que se agrava por el odio racial contra los retornados y una capacidad casi inexistente de la pareja para resolver problemas en esta crisis en la que se encuentran... ¿qué pasará?
Al final la cinta es aburrida, boba y predecible, quedando entonces como la peor cinta hispanogringa que recuerde; no vale la pena el desperdicio de tiempo, aunque si andan dormitando un domingo que no se les ocurra qué más ver, talvez ahí entre la recomendación.... Carballo eligió un género difícil y fracaso, ahora a lo que sigue...

No hay comentarios:
Publicar un comentario