Película casi desconocida, pero de eco gracias al internet, The Taking of Deborah Logan es una cinta de Adam Robitel, producida por Bryan Singer, contada a manera de foundfootage, hecha para serie B, conservada en serie B, sin gran pena ni gran gloria, no pésima ni excelentes actuaciones, entretenida pero sin situarse entre las sorpresas B del género como en su momento lo hicieran cintas como El Último Exorcismo.
Sobre una documentalista Mia (Michelle Ang) que consigue grabar el caso de Deborah Logan (Jill Larson), que tiene alzheimer, con consentimiento de su hija Sarah (Anne Ramsay) debido a que la directora se compromete a pagar el tratamiento y algunas deudas de los Logan que tentaba su "estabilidad". El video comienza normal, pero Deborah comienza a empeorar y enrarecer su padecimiento, hasta el grado de que uno de los ayudantes de Mia se va asustado; el alzheimer conduce a la idea de la posesión, e investigando, por los actos de la anciana, Sarah y Mia se dan cuenta de que el nombre de un asesino en serie, Henry Desjardin, sale a flote, y poco a poco la historia se va conectando entre lo que sucede a Deborah y lo que hacía Desjardin, hasta, sin spoilearles el final, pareciera que todo es resolvible y cada alma de la historia reencuentre su rumbo y todo vuelva a la normalidad.
Robitel hace un trabajo aceptable, pero no inolvidable, no se pierde el tiempo, pero tampoco se gana algo; solo cabe mencionar que en un tiempo post Still Alice, Jill Larson actúa bastante bien en su papel de senil poseída que se ayuda en la trama, las tomas y los efectos haciendo un buen trabajo B para los que nunca tienen llenadera con las cintas horrorosas.
La cinta es recomendable, pero si no la hallan a la primera, tampoco se desesperen en encontrarla; con el gif que se haya por las redes sociales ya se tiene lo más destacado de toda la película...
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