Trilogy of Terror (1975)

Clásico del cine de horror B y directo para la televisión, la trilogía del Terror conocida en España también como Los Enigmas de Karen, es una cinta del famoso director de telefilmes Dan Curtis, quien toma de actriz fetiche a Karen Black, y en una recopilación de tres cortometrajes completa la cinta de culto que regresa a las nuevas generaciones por la paráfrasis que Krusty el payaso le hace al personajito moustroso en un capítulo de Los Simpsons.
Comenzando con el cuento #1, Julie, la película empieza con un tema muy actual como lo son las milfs, dando pie desde el hecho que un popular bully estudiante se empieza a fijar en su maestra (Black), a quien convence de ir al autocinema, la droga, la lleva a su estudio fotográfico y le toma fotos que por el argumento (pues nunca salen) son bastante controversiales, sin embargo, para adecuar al tema del horror, la historia no será spoilerada pero toma nuevos caminos inesperados que uno jamás esperaría. El cuento 2, es el de Millicent & Therese, que comienza explicando que es la historia de dos hermanas, una buena y otra mala, la buena trata de persuadir a los que rodean a la mala de que se alejan pues la mala es peligrosa, sin embargo, en la conclusión, cuando la buena se propone asesinar a la mala, Curtis da un nuevo giro que no solo le deja bien a él, sino a Black como una gran actriz de la que hubiera sido bueno saber más de sus tiempos para acá... Finalmente llega el cuento 3, Amelia, quien ha comprado un souvenir zuni que dice estar embrujado, y ella esta por descubrirlo mucho antes de entregarlo a la persona que se lo va a dar, pues esa maldición le atacará, consumirá y hará ver a Chucky como una copia de algo, más que al personaje de este cuento como la copia del elemento famoso de nuestra cultura pop (pues Chucky es del 88, más de 10 años después de este telefilme).
La película al final es bastante aceptable para su presupuesto y fama... Tanto Curtis como Black se lucen en cada una de las historias en sus respectivos roles, pero sin duda el multifacetismo de Black es lo que hace que cada historia tenga un brillo específico, y logra ir más allá del hecho de que la actriz es la protagonista en cada una de las narraciones; teniendo que las historias son bastante recomendables, del grado de la dimensión desconocida o Alfred Hitchcock presenta, y es un absoluto clásico de esa época en la que el terror de la televisión se hacía de bajo presupuesto, pero con una calidad argumental suficiente como para hacer de la era algo memorable.