Will Smith está en el cajón donde guardamos a todos artistas por los que pagamos todo, los etiquetamos y luego ellos decidieron salir de ahí, por el solo hecho de poder hacerlo; ahí teníamos a Jim Carrey, a Fran Fine, digo Drescher, a Rachel, digo Jennifer Aniston, Malcolm...
Y sin duda, el más grande salto que trató de dar Smith fue en ID4, pues aún en MIB, el Principe del Rap persiste, ya después estuvo Persuit of Happiness, etcétera, etcétera, pero en todos los puntos mencionados persistía la "buena persona", muy al estilo del encasillamiento de Robie Williams.
Pues en un papel que inicia parecido a Lobo, el personaje de Superman, y que termina regresando a lo mismo, pero pareciéndose ahora al personaje de Frozono de Los Increíbles, dirigido por Peter Berg, y acompañado de Charlize Theron, Jason Bateman, y hasta Johnny Galecki de The Big Bang Theory y Daeg Faerch (Michael Myers en la Halloween de Rob Zombie), Smith trata de cambiar a ser un macho rudo con super poderes, que al final termina siendo un amoroso incomprendido.
Con sube y bajas que van de muy buenas secuencias musicalizadas con un blues rudo, cool y en onda, termina la película hablando del poder del amor y tonterías que talvez funcionaban en los 60´s, pero no más... Hancock empieza tratando de recrear a los héroes rudos que las historietas de los 80´s inauguraron, pero termina siendo una película para niños sin recursos suficiente para catalogarla al lado de las cintas Marvel o DC, sino hasta con aquella de Uma Thurman de que la novia tiene súperpoderes y estupideces así... hasta la mencionada Los Increíbles vale más la pena...
Si hubieramos tenido de principio a fin al Hancock del principio, la hora y media hubiera valido la pena...
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