domingo, 15 de diciembre de 2013

The Lord of the Rings: The Return of the King (2003)

Y la indiscutible ante quien sea, público, crítica, historia, premios y demás, es el cierra de la trilogía, El Regreso del Rey, la continuación inmediata desde los acontecimientos de Las Dos Torres, da un fin que cierra cuantas historias se hayan generado a lo largo de la saga sin importar la longitud temporal de las películas, final tras final, una joya incuestionable de la cinematografía fantástica, una bien merecida multigalardona en los óscares, una favorita de todos, una que cierra el antes y el después en el cine de nuestros tiempos, en el de antes, y en el del mañana.
El regreso de Sauron es inevitable e inminente, así que los reinos empiezan a formar filas para la gran nueva guerra de Tierra Media, en los que La Comunidad del Anillo jugará un papel determinante, sumándole a esto la llegada de Frodo, Sam y Smeagol a la cima del Monte del Destino, donde todo por lo que han peleado estará en jaque y se verá si todo por lo que pelearon y pasaron habrá valido la pena.
Iniciando lo que se está volviendo una tradición en cuanto a ética para con los fans, Peter Jackson no cambia de actores a ninguno de sus personajes, sino que los refuerza, y hace que esta grandiosa película también marque las carreras de todo el elenco, sí, incluso en algunas ya con trayectorias legendarias como las de Ian McKellen, Ian Holm o Christopher Lee, entre otros, hace a relativamente nuevos talentos como Viggo Mortensen, Elijah Wood u Orlando Bloom se vuelvan astros de los niveles más altos en el medio, no solo por sus destacadas actuaciones, sino por la manera en la que Jackson les vuelve personajes épicos que cambian las vidas de la fanaticada desde las aventuras y perspectivas de éstos, como antes otros gigantes de Hollywood como George Lucas lo hiciera en Star Wars para artistas como Harrison Ford, y la importancia de Han Solo para su carrera... mientras que otros, como el resto de los hobbits (Astin, Boyd y Monaghan), les pasó más como a carreras como las del famoso Lando Calrissian, interpretado por Billy Dee Williams, que por X o Y motivos dejó morir esa euforia causado en lo que podría llamarse "las secuelas profesionales de las sagas virulentas".
Concluyendo, las tres entregas son imperdibles, joyas absolutas, incuestionables, y recomendadas con más del 100% de porcentaje que las matemáticas nos puedan explicar... La conclusión de la saga del Señor de los Anillos solo es una reafirmación de la relevancia legendaria de la adaptación de Jackson de los libros de JRR Tolkien.







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