Basada en las leyendas germánicas y las historias de Goethe y Christopher Marlowe, el video artista checo Jan Svankmajer lleva a cabo la cinta del Dr. Fausto, realizada en una técnica de stopmotion con monitos de arcilla, títeres y live action, estelarizada por Petr Cepek, creando una de las cintas experimentales más extrañas hipnóticas y mágicas cintas de la historia del stopmotion (primeramente)
Con estilo kafkeano, Svankmajer nos narra cómo Everyman -Quiensea (Cepek) recibe un mapa, que le lleva a un lugar mágico, donde se le da decir palabras mágicas, invocando a Mefistófeles y dictándole que a él le debe de servir, concordando su servicio a cambio del alma del que por ocasiones representara (o no) a Fausto, frente a multitudes complacientes/complacidas, a cambio de su alma, la cual será de Lucifer tras 24 años (u horas) al servicio del personaje, quien tiene roces con el pasado y con el futuro a lo largo de la película, teniendo como únicos dos humanos personajes reales a un dueño de un restaurante y a un músico, llamados Cornelius y Valdés, en una intermitente presencia en la cinta, ayudándole y contemplándole en su seducción satánica a la que se ha introducido, entre títeres y demonios de plastilina.
Sin duda, esta extrañeza deleitará a los amantes de lo experimental y horrorizará a los ajenos a lo surreal; Svankmajer nos trae un péndulo del tiempo, donde la mezcla de universos, realidades, estilos e ideas son solo metáforas de lo que podría ser / o no, con un viaje de lo inevitable, de lo que se veía venir, de la depravación, de las imágenes subversivas subvertidas al imaginario del personaje que cree poder controlar la oscuridad para su beneplácito.
La cinta entonces es recomendable para el que se atreva y no se canse a esta prueba explorativa a los ideales del alma monitizada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario