La cinta ocurre en la frontera México-Estados Unidos, en un pequeño pueblo al que llega a quien apodarán como "El Extranjero" (Eastwood), a quien se le recibe agresivamente y con la amenaza de que se vaya de ahí; sin embargo, El Extranjero ignora los consejos de un amigable tendero llamado Silvanito (José Calvo), quien a la vez le cuenta que el poder en el pueblo se divide en dos bandos, el mexicano, liderado por la familia Rojo, controladores del alcohol en el lugar, así como de su exportación, y los Baxter, gringos mercantes de armas; El Extranjero empieza a aprovecharse de ambos bandos estafándoles y pareciendo indispensable para las tareas de ambos grupos, que lo empiezan a volver rico hasta que ese oportunismo se ve interrumpido por la situación de una chica llamada Marysol (Marianne Koch) y su familia, oprimida por el rivalismo que hay ahí, situación que al arreglar mete en graves problemas con ambos grupos al Extranjero, a su amigo Silvanito y al sepulturero del pueblo (Joseph Egger), llevando la cinta a un ahora arquetípico cara a cara del viejo oeste que dictó escuela en el género e inmortalizo al director y su protagonista en ese estilo que verá su máximo momento dos películas después (ver El Bueno, El Malo y el Feo).
Otro gran primer momento es el que tiene el compositor Ennio Morricone, quien gana por su score el premio Nastro d´argento del sindicato italiano de cine, comenzando aquí también una prodigiosa carrera aún vigente.
La cinta es un inegable clásico, un excelente primer encuentro con ese épico y legendario género que es el spaghetti western, un buen primer impulso para Leone, para Eastwood, y si sigo buscando califiativos positivos podría llevarme palabras y palabras y blogs y blogs más para describirla, así que solo digamos que es indispensable para el cinéfilo autoconciente de su condición de amante del buen cine.

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