Así, los ocho segmentos de la cinta narran una derivación de una leyenda japonesa sobre la boda del kitsune (zorro), donde si es descubierto, los zorros le matarán, por lo que el niño tiene que huir para salvar su vida; el Hina Matsuri (fiesta de las muñecas), donde tras darse cuenta que los humanos han destruído los árboles de durazno (material con que estaban hechas) la fiesta es irrealizable, pero cuando ellas se dan cuenta de su amor verdadero por los árboles, las muñecas hacen un gran baile tradicional para ellos; la llegada de la mujer de la muerte Yuki Onna acercándose por el alma de un caído a mitad de una tormenta de nieve; el encuentro con un batallón de soldados caídos por culpa de su capitán; la visita a la visión y la obra del pintor Vincent Van Gogh (quien es interpretado por Scorcese); una emergencia nuclear inevitable cerca del Monte Fuji; la visita de un oni (troll) que dice venir del futuro y ser un mutante de una crisis nuclear; y la readaptación humana de una sociedad que decide apartarse de la modernidad para abrazar el balance espiritual.
La cinta es una oda mágica y quizás una de las más coloridas y folkloricas cintas del magnífico director, adentrándose a sus miedos, sus tradiciones y sus deseos más inocentes, construyendo una fabulosa anécdota onírica que todos deberían conocer; una gran cinta que condecora a su imaginación por sobre todas las cosas.

No hay comentarios:
Publicar un comentario