Luego de casi una década de ausencia de nuevas aventuras de Jason Voorhees, en el 2001 el director James Isaac nos trae una historia donde Jason finalmente es declarado culpable de homicidio y condenado a muerte por el gobierno de Estados Unidos, pero como no se muere lo encierran en una cápsula de sueño criogénico, que los lleva hasta el año 2445, y unos investigadores empiezan a estudiarlo hasta descubrir sin querer el secreto de su insanía.
Una mezcla de aliens y Viernes 13, la décima cinta de Friday the 13th es una embarradera de mierda más pero ahora en el espacio, pues ni su exageración en cuando ciencia ficción le eleva el grado de chafa a no tan chafa en lo más mínimo. Muy al estilo de lo de Hellraiser Bloodline, donde ya no saben qué inventar y por eso mandan al horror al futuro, a ver si a ellos se les ocurre algo...
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