How to train your Dragon (2010)

Siendo al principio un fracaso en taquilla, pero alzándose gracias a la gracia del voz a voz, volviéndose la tercera película animada más taquillera de la historia (las dos primeras son Toy Story y Shreck), Cómo entrenar a tu dragón (sorprendentemente bien traducido el título), dirigida por Chris Sanders y Dean Deblois, y contando con Jay Barucehl, Gerard Butler, Christopher Mintz Plasse, America Ferrara, entre otros, para el doblaje original, es una cinta de animación 3d de Dreamworks Animation, de las que más sobresale de los últimos años, consiguiendo uno de los éxitos más abatidores de los que podamos recordar en los años recientes, consiguiendo incluso ya una secuela y una serie para la televisión.
Basada libremente en los libros de Cressida Cowell, la cinta nos narra la historia de Hipo, el hijo flacucho y pequeño del más grande vikingo cazador de dragones que Berk, la isla en la que viven, haya conocido, Estóico (Butler), quien quiere demostrar su valor a su padre, pero debido a su falta de corporeidad vikinga se le complica cada que lo trata, pero su cualidad es la inteligencia para desarrollar aparatos con ayuda de las enseñanzas de su maestro, el herrero de Berk y mejor amigo de su padre, Bocón; por lo que el más grande de sus logros es poder herir a un dragón legendario llamado Furia Nocturna, sin embargo, cuando decide matarlo no puede, y lo único que pasa es que con el tiempo el dragón e Hipo se vuelven amigos, el vikinguito lo entrena, y hacen una amistad como nunca antes se había visto. Al principio lo guarda en secreto, pero su secreto es revelado a la chica que le gusta Astrid, antes de que su situación se complique al ser descubierto por su padre, quien a la vez descubre que el dragón ahora apodado Chimuelo sabe llegar al nido de los dragones, donde habita un super dragón que los esclaviza y les obliga a robar el ganado de los vikingos... Ahora quedará en Hipo enseñar a los vikingos que los dragones no son sus enemigos, que pueden trabajar juntos, y que esa rivalidad legendaria solo era un malentendido que debe ser resuelto ya.
Una bonita historia con un gran nivel estético que es ampliamente recomendable para los pequeños, sobre todo por su nivel de inspiración hacia la empatía para con los animales, que tan necesaria es para las culturas del mañana, por no mencionar el muy buen nivel que los directores desempeñan en la construcción de este nuevo clásico del cine para pekes.
Muy recomendable en su género, más que nada para los niños, pero si usted, adulto, llega a verla seguro se entretendrá y no sentirá que haya sido una perdida de tiempo, sino un lindo rato con dragones y vikingos. Recomendable con esas especificaciones.