Ahora teniendo a la cabeza al director Richard Marquand, George Lucas termina su primer trilogía triunfalmente para la mayoría, e infantil para el resto (por la inclusión de los ewoks), sin embargo, en general se considera un gran descenlace y una gran conclusión a éste primer vistazo de la guerra de las galaxias.
Luke (Mark Hamill), ya jedi, y sus amigos, R2D2, C3PO (Anthony Daniels), Leia (Carrie Fisher), Chewy (Mayhew) y hasta el arrepentido Lando Calrissian (Billy Dee Williams) se encaminan a salvar a su amigo Han Solo (Harrison Ford) de la guarida de Jabba the Hutt, lo cual, una vez conseguido, los devuelve a la guerra contra un Imperio con una nueva Estrella de la Muerte y una reunión del Emperador Palpatine (Ian McDiarmid) con Darth Vader (David Prowse), todo mientras éste último telepáticamente trata de jalar a Luke al lado oscuro, y aunque éste se rehusa a seguirle, Vader le amenaza de que si no va con él, atará a su hermana, quien resulta ser Leia, a su poder; por lo que mientras Luke conflictúa con su padre, el resto de la Alianza Rebelde trata de destruir la nueva Estrella de la Muerte, entre ewoks, amor y nuevas aventuras; teniendo como héroe a quien Qui Gon (Episodio 1) sabía que traería de vuelta el balance a la fuerza, su "discípulo" Anakin Skywalker (Sebastian Shaw, cambiado en la reedición por Hayden Christensen), y en efecto la estabilidad vuelve, y por ahora parece que el bien se ha reestablecido ¿o no?
Sin duda sí es la más ténue de las tres primeras cintas, la más tibia (aún con la inolvidable escena de Leia esclava de Hutt), sin embargo ayuda a concretar lo iniciado con anterioridad y da un cierre no perfecto pero sí justo a esa leyenda de ciencia ficción que George Lucas nos heredó.
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