miércoles, 24 de febrero de 2016

El Gran Calavera (1949)

La película de la que todos hablan por haber sido la inspiración del éxito reciente Nosotros los Nobles, es un proyecto menor del ícono Luis Buñuel en el paso del éxodo español-mexicano, que iniciado como solo una invitación para llenar su necesidad creadora, el tiempo ha dignificado y vuelto el clásico que es, pues pese a ser solamente un encargo, la genialidad de Buñuel es inevadible, y hasta en el más mínimo de sus proyectos, el surrealista impregna su escencia en cada cuadro de sus cintas, haciéndole el titán fílmico que sabemos es.
Sobre un recién enviudado, Ramiro de la Mata (Fernando Soler), que tras el shock de la muerte de su esposa empieza un alcoholismo de ligas mayores, avergonzando a su familia y poniendo en riesgo las riquezas que en su vida había acumulado... En su último desmayo de borracho, a uno de sus hermanos (Gustavo Rojo) se le ocurre engañarlo y hacerle creer que por sus borracheras lo perdió todo y llevó a su familia a la miseria, que había pasado ya un año desde que su cabeza fue volada por el alcohol y ahora debe de tener un cambio drástico. Al enterarse de ésto, corre a la azotea de la vecindad, a donde le llevaron a vivir, para suicidarse, pero un muchacho llamado Pablo (Rubén Rojo) le salva, y sin querer le cuenta que lo que vive es solo una charada, por lo que primero se enoja, pero ya calmo le dice a su hermano que ahora voltee el engaño hacia su familia, así su otro hermano, uno huevón mantenido (Andrés Soler) -un personaje repugnante y misógino-, su cuñada (Maruja Grifell), su hijo mayor (Gustavo Rojo) y su hija (Rosario Granados) tendrán que vivir de pobres para aprender de unión familiar y humildad, teniendo una cruenta afrenta ante la pérdida de sus riquezas, apoyados por éste muchacho Pablo, que al saber su situación, empieza a ayudarles consiguiéndoles trabajo, trayéndoles comida y socorriéndoles en todo lo que él y su madre, ambos verdaderamente pobres,  pueden; ganándose en ésta misión, el corazón de la hija, que terminará contraponiéndose a su antigua relación con un tipo que quería casarse con ella para quedarse con la riqueza de su padre.
Y si bien se le compara con los Nobles, ésta reciente no está ni cerca de la complejidad de personalidades que Buñuel logra en cada uno de los personajes inspirados por el texto de Adolfo Torrado. Cada uno explota en actitud y construye características tan bien definidas que se vuelven mundos independientes compartiendo un universo multidimensional como pocas veces vemos en el cine.
El Gran Calavera es una joya cinematográfica alejada del surrealismo de Buñuel, pero no de su genialidad, es un clasiquísimo que cualquier cinéfilo debería de conocer, y es una absoluta recomendación dentro de las reseñas oculares que leen en el blog en el que se encuentran.









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