domingo, 25 de enero de 2015

Species (1995)

Aún en el tiempo donde Kim Basinger era el modelo arquetípico de la mujer hermosa, el director Roger Donaldson elige a Natasha Henstridge, una basingerzca mujer,  para ser su protagonista en su siguiente proyecto de terror ciencia ficción, y le vuelve un clásico instantaneo, pese a sus ahora muy chafas efectos de CGI sobre todo al final de la película; teniendo un elenco conformado por los jóvenes Ben Kingsley, Michael Madsen, Alfred Molina, Forest Whitaker y Marg Helgenberger, quienes, en su mayoría, dan sus primeras muestras de lo que más tarde les llegará a volver de los inmortales del séptimo arte, yendo en la búsqueda de una de las creaturas más terroríficas del género del sci-fi.
Tras una serie de experimentos con ADN extraterrestre, el gobierno crea a una niña a base de éstos, solo que su crecimiento es más rápido de lo que ellos imaginaban sería, por lo que cuando consideran que ella puede llegar a ser un peligro y se disponen a asesinarla, ella escapa; teniendo ahora el gobierno que contratar a Madsen, Molina, Whitaker y Helgenberger, cada uno especialista en la búsqueda de cosas distintas, para que encuentren a la llamada Sil (Henstridge) antes que se aparee y una nueva raza reptiliana y violenta conquiste la tierra.
Sangrienta, exagerada y hasta con frases idiotas repentinas la película se centra en la belleza de la protagonista y la innovación de efectos especiales para sostenerse y solidificar su concepto total, teniendo una construcción cinematográfica 1000% noventera, que vuelve muchas de las fantasías geek de aquel entonces realidad, teniendo a una chica totalmente sexy y alternativa en una búsqueda desesperada por sexo, mientras un grupo cool le sigue para impedir el fin de la humanidad...
Es por eso que es clásica, es por eso que es un tanto incoherente, es por eso que es recomendable; y, aunque no es una indispensable prioritaria, llega en momento de todo cinéfilo de re-verla domingueramente y dejar estancar el recuerdo ñoño chaquetero que bien saciado será por las suficientes escenas de desnudos de Henstridge.








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