Para poder hablar de esta película tenemos que afrontar el hecho de la estadía del niño High School Musical, Zack Efron, y su intento, como el de muchos de su clase (niños que fueron famosos y en su momento enloquecieron a miles de pubertas deseosas de chicos populares un poco afeminados), aún antes de tener ya en el registro básico a quien antes dirigiera películas como A Scanner Darkly o School of Rock, Richard Linklater; puesto que aún ni con la dirección de Linklater, o la destacada actuación de Christian McKay, quien personifica a Orson Welles, Zack Efron, quien finalmente es protagonista, jamás llega a relucir, siendo solo un actorcillo que parece pagó por estar en la película y puso su cara de adolescente mamón a ver si alguien le creía que "actuando" de alumno de Orson Welles, su talento milagrosamente aparecería.
Sobre un chavito que ansía convertirse en actor, y entonces quiere encajar específicamente en el mundo teatral de Orson Welles, pero encuentra no otra cosa que arrogancia y despotismo del genio controlador del artista, y tiene que arremeter con este, afrontarlo o someterse.
Con la participación también de Claire Danes y Eddie Marsan, la cinta filtrada un poco en sepia es bien aceptada por la crítica en general, y muy aplaudida por los conocedores teatrales; sin embargo, como decía, Efron nunca llega a despegar opacando solamente las virtudes de todos los que le rodean en la película; pudiéndose resumir simplemente como que es un buen comienzo para los que tienen ganas de saber un poco de Welles, ignorando a Junior (Richard/Efron), y apegándonos a lo hecho por Linklater & McKay.
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