sábado, 6 de febrero de 2016

Amy (2015)

Dirigida por Asif Kapadia, el documental sobre la neojazzista ingles Amy Wine house parece ser parte de la necrofilia mediática a la que la sociedad actual está acostumbrada, terminando siendo lo mismo que critica en la cinta, la explotación de la cantante hasta la muerte -en este caso postmortem-; aún así siendo un film bastante entretenido e interesante, pues la propia vida de la estelar terminó siendo así, bajo el reflector en cuanto se supo de su talento, y atormentada por sus propios complejos que la orillaron a ese tsunami de adicciones que terminó destruyendo no solo su carrera sino su vida también.
El documental comienza desde que Amy está super chiquita, fingiendo la voz mientras canta, pero llegando a tonos que después caracterizarían su carrera y estilo; llevándonos después a cuando fue descubierta casi por mera casualidad, y poco a poco ascendió gracias a su talento, dedicación y el apoyo de sus seres queridos. Una vez consiguiendo la fama básica conoce a Blake, un tipo con el que se casa, y que no solo comienza a chuparle todo su dinero y ahumenta exponencialmente su nivel de alcoholismo, sino es quien la lleva a drogar mayores como el crack y la heroína, y empieza su total perdición y su fama mundialmente conocida. Sus amigos se dan cuenta de esto, pero para entonces ese padre que no estuvo con ella de niña, pero milagrosamente apareció cuando se hizo famosa, le dice que no necesita rehabilitación sino explotar cuanto más pueda su talento, teniendo que aquí es cuando graba su máximo hit "Rehab" del disco Back to Black... De ahí en adelante, meten a Blake a la carcel, empieza ella en depresión, gana un grammy entregádole a ella por su héroe de la infancia Tony Bennett, Blake se divorcia de ella por "adulterio", vuelve a rehabilitación una y otra vez, graba con Bennett, se desespera, pierda control, hace el ridículo y muere.
Trágica historia la de la mejor vocalista femenina de los últimos años, pero es por gente como su padre o Blake, por quien su vida se fue al carajo, potenciando este caer por su segura confianza en sí misma y sus evidentes "daddy issues".
El documental, como digo, es bastante entretenido y con un ritmo adoc a su música y su propia vida, aunque la falta de metraje de video forzan demasiado los slowmotion, los paneos en las fotografías, y las letras en pantalla que bien podrían ser de algún documental universitario de alguien que conozca la vida bien de X o Y artista... bien sabemos que Amy terminará siendo el documental favorito de la academia para los óscares 2016, pero seguro hay mejores alternativas cinematográficas por muy cool que haya sido Winehouse en vida o lo muy interesante que el documental hubiera terminado siendo.








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