Flatliners (2017)

Es increíble que alguien como Niels Arden Oplev, quien ha dirigido la cinta original del Dragón Tatuado y formó parte de las cabezas de Mr Robot, termine haciendo algo así, un chafón reboot del clásico de 1990, pero ahora contando solo con Diego Luna y Ellen Page como cabezas del proyecto (la antigua versión era un crisol de personalidades); pues pese a que no había grandes expectativas de lo que este refrito sería, realmente termina volviéndose una película aburrida y desabrida que sería mejor nunca hubiera sido filmada.
La cinta es básicamente lo mismo que la anterior pero chafa: La muerte de la hermanita de Ellen Page muere un accidente y ella está empeñada a estudiar la muerte a ver qué ¿la pensaba revivir? ¿verla en el más allá? ¿hacerla reencarnar? realmente no lo explica, solo de ahí parten sus experimentos. El día del experimento invita a dos amigos suyos de la carrera de medicina, Kiersey Clemons y James Norton, los más bobos que encontró, y las cosas se les salen de las manos cuando Page se hace matar, por lo que Clemons llama a Diego Luna, que es el más ñoño de la clase, y le sigue su amigovia Nina Dobrev; Luna salva a Page y pese a que reprueba lo que habían iniciado, se vuelve parte inamovible de sus muertes-resurrecciones, pues parece que les altera la mente y los hace más inteligentes. Las cosas se les salen de las manos cuando la inteligencia conlleva a la aparición de fantasmas que -SPOILER ALERT- terminan siendo eliminados cuando se redimen pidiendo perdón a todos los que lastimaron en el pasado. Sí, esta es más una historia de redención y buenos amigos que otra cosa. Ah, y sale Kiefer Sutherland en un papel que si no existiera daría totalmente igual, es como totalmente contrario a la regla de la pistola de Chejov, el peor cameo de la historia...
Simple y al grano. La película es aburrida, burdona, innecesaria y termina siendo un desperdicio de tiempo y dinero que sería preferente no darse el lujo de ocurrir.
No es recomendable, absténgase de ella, huya.