Geostorm (2017)

Creada por quien en su momento escribiera el Día de la Independencia (1 & 2), Soldado Universal y Godzila 98´, Dean Devlin se inicia como director para crear un proyecto que parece tener como única meta saber qué pasaría si las mentes de Michael Bay y Roland Emmerich se fusionaran; como sería una muy lenta fusión, el resultado se vería hasta 2017, pero con escenas sin una lógica narrativa y heroismos muy a la Armageddon, llega la nueva gran película de desastres: ¡Geotormenta!
Estelarizada por Leónidas, Gerard Butler, la cinta nos narra un futuro reciente, donde debido al mal clima provocado por el calentamiento global y eso, 17 países se juntaron para crear un super satélite llamado "El Holandés", proyecto que controlaría los climas y haría del mundo un mejor lugar ¿o no? Hay un incidente y corren al principal ingeniero del proyecto, Jake (Butler), poniendo el gobierno al mando a su hermano menor, Max (Jim Sturgess) inciando un conflicto familiar que se resolvería fácilmente tres años después cuando empiezan a ocurrir desastres naturales que se adjudican a un malfuncionamiento del Holandés. Mandan a Jake, descubre que no es una falla, sino un hackeo, por lo que un hermano en el espacio y el otro en la Tierra deben de descubrir quién es el causante de todo antes de que comience la ¡Geotormenta! (una super tormenta que uniría muchas tormentas a lo largo del planeta)
Aunque podría ser un mockbuster de SiFi, hermanito de Sharknado, el presupuesto que se le da a Devlin le da la oportunidad de contar con un elencazo que también incluye a Ed Harris, Andy García, Abbie Cornish, Richard Schiff, Alexandra María Lara, Robert Sheehan, Talitha Bateman y ¿Eugenio Derbéz?, y pulir un poquito más los efectos especiales de los desastres que suceden alrededor del mundo -aunque si recordamos los que sucedían en Smallville, el presupuesto se pone demasiado en perspectiva-, terminando de hacer un churrazo chafarrón que talvez tenía justificación en el brinco entre siglos, pero 17 años después luce fofa e innecesaria, y pese a que todos sabíamos que eso sería, ahí vamos de tarados a gastar nuestro dinero para verla en el cine... Como sea, ya saben que la cinefilia justifica hasta el más tonto de los actos cinefílicos; al final, pese a lo chafa entretiene y Derbéz sale bastante poco en la película, aunque cada vez que sale da la misma pena ajena de siempre...
La película no es recomendable para pagarse en el cine, pero si un día, domingo, la pasasen y quieren dormitar o no pensar un par de horas, esta es la película para dejar puesta en la tele, e ignorar, ver de vez en vez, quedarte dormido y olvidar que somos una especie pensante que ha logrado conquistar al mundo.