Con muy buenas actuaciones de Stefano Dionisi y de Enrico Lo Verso, Farinelli es un gran ejemplo de lo que el cine de arte es como tal, sin pretenciones, solo fluidez. Donde quizás lo que más no suene en cuanto a composición es a Barry Lindon, pero sosteniendose así mismo por la propia fuerza del film.
No hay comentarios:
Publicar un comentario