Varias secuelas innecesarias se gestaron este año, y si bien esta era una secuela escrita desde tiempos antes de la hambriada de los productores hollywoodense, si nadie se había atrevido a llevar el proyecto a cabo era por el gigantezco monstruo que había dejado Stanley Kubrick con The Shining, una pieza que si bien fue repudiada recién salió, terminó volviéndose uno de los hitos cinematográficos más grandes de la historia -no por nada hasta nosotros le hicimos un super especial hace unos años: 237- No obstante, los productores se entercaron hasta que el constante del buen cine B de nuestros tiempos, Mike Flanagan, decidió tomar la batuta y escribir y dirigir el proyecto, que si bien queda lejísimos de lo que Kubrick había logrado, Flanagan la toma, homenajea el proyecto anterior y la vuelve la mejor película que él haya dirigido.
La historia tiene un parteaguas contextual en los 80´s, lo que sucede con Wendy (Alex Essoe) y Danny Torrance (Roger Dale) -se van a vivir a Florida tratando de olvidar lo que pasó en la película anterior-; y a la vez se presenta al grupo del True Knot, encabezado por Rose the Hat (Rebecca Ferguson), un grupo de shinners que roba almas para volverse inmortales... Luego la historia pasa a 2011, donde Danny (Ewan McGregor) ha crecido y es un borracho traumado y perdedor, no sabe de qué va hasta que conoce a Billy (Cliff Curtis), quien le ayuda a entrar a Alcohólicos Anónimos y salir adelante, le da un trabajo en un hospicio donde al lado de un gato van a confortar a los ancianos que están al borde de la muerte, de ahí el sobrenombre Dr Sleep; a la vez se presenta a Abra (Kyliegh Curran), quien también tiene el resplandor, pero más increíble de lo que cualquier shinner lo haya tenido... sus papás lo saben pero se hacen weyes... Finalmente la historia llega al 2019 donde hay sequía de shinners y los True Knot están muriendo de hambre, por lo que en su desesperación matan más cruelmente que de costumbre, cosa que asusta a Abra, quien los siente a kilómetros de distancia, y al sentirlos se presenta ante ellos como la promesa del alma más poderosa a la que el grupo haya tenido; por lo que cuando Abra se da cuenta del peligro que el Knot representa, le pedirá ayuda a Danny para afrontarlos, quien primero se niega, pero después por consejo del viejo Dick (Carl Lumbly) terminará uniéndose a la máxima shinner para enfrentar al diabólico grupo digno de creaciones de Stephen King a mitad de los 90´s.
Completando el muy bien seleccionado cast con Zahn McClarnon, Jacob Trembley, Henry Thomas, Carel Struycken y hasta un cameo de Danny Lloyd -el Danny Torrance original- y un excelente score de The Newton Brothers, basado enteramente en el soundtrack original, la película está bien contada, es entretenida, es buena, es un evidentísimo homenaje al clásico del cine de horror, pero la gran limitante de Flanagan no solo es tratar de quedar bien con Stephen King, sino su peor pecado es no ser el genio fílmico que fue Kubrick en su momento. Si pudieramos hacer una recomendación mínima al director es "ten cuidado con la fotografía", pues el trabajo realizado por Michael Fimognari es bastante precario si se compara con el del genio mil veces ya mencionado. Fimognari crece bastante el trabajo en general de Flanagan, pero no se acerca ni tantito a lo hecho en la película en general.
Dejando de lado esto, lo negativo, la cinta tiene bastantes pros, desde el conocimiento y respeto que se ve que Flanagan tiene por la película original, el cast donde destaca lo hecho por Essoe y Lumbly es destacado y memorable; lo hecho por McGregor, Ferguson y Curran es impecable, y construyen personajes sólidos que no le piden nada al resto de personajes de King de las otras cintas que ya clásicos son para nuestros tiempos -sí, para mí bien podría ser la segunda mejor película basada en un libro del master of horror literario-, los efectos especiales ayudan bastante en las batallas oníricas que son necesarias para conformar el don trascendental, y en general la narrativa es firme y más aceptable que criticable... no obstante es Kubrick y es probable que hayan puesto a quien sea imagino que nadie tendría la maestría que este director poseía que aparentemente será irrepetible por muy bien que lleves cualquier proyecto...
La cinta claro que es recomendable teniendo ese defecto más de una vez mencionado como máximo peldaño para Flanagan que, pese a hacer un buen trabajo, es improbable que llegue al olimpo que directores como Ari Aster o Robert Eggers están consiguiendo; pero quién sabe, aún es temprano para saber si crece gigantemente de repente o se estanca como un master of horror B por el resto de su filmografía.
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