Como parte de la reapropiación cultural feminista uno de los proyectos que surge es Gretel y Hansel, versión luego del terror action Witchhunters del 2013. Aquella era parte de un fenómeno de género iniciada por películas como Van Helsing, mientras esta se retoma como parte del folk terror que ha tenido su auge los últimos años gracias a cintas como VVitch o Midsommar, solo que en esta cinta dirigida por Oz Perkins se le agrega este posicionamiento femenino que también representa mucho el año 2020.
La historia nos cuenta sobre Gretel (Sophia Lillis) y su hermanito Hansel (Sam Leakey) a quienes su loca madre corre de casa y ahora deben de verselas contra el mundo por su cuenta. Como era de esperarse llegarán a casa de la bruja (Alice Krige), quien en vez de caramelos tiene manjares de los cuales los niños se alimentan luego de vagar por los bosques por un tiempo. Ya estando ahí Gretel será quien tendrá una conexión con la bruja, quien la ve como pupila y la invita a desarrollar sus poderes -nuevamente el factor mutante se ve más presente que lo mágico- los cuales llegarán a su cumbre si se le une y mata a su hermanito. Ahora la chica tendrá el dilema de abrazar su magia por medio de este sacrificio o regresar a la miseria a la que el mundo les orilló.
La cinta no es mala, sí es ad hoc al cine terrorífico que se está haciendo estos tiempos, sin embargo la parte mágica se ve muy Stranger Things, pues hasta la música cambia de esa esencia folk y de antaño a sintetizadores medio espaciales y es lo que afecta el contenido final. El aspecto feminista nunca se come la historia y eso es bueno, solo recontextualiza a Gretel como la encargada de cuidar a su familia y afrontar el mundo, pero nunca se siente como algo forzado.
El total entonces no es malo, pero tampoco es tan relevante; tenía mucho que aportar al centrarse en el aspecto macabro de la magia negra, pues incluso las secuencias oscuras oníricas son destacadas, pero como que al final nunca llega a sentirse una unión entre todos los pedazos que la conforman. Es por lo tanto recomendable con expectativas medias desde puntos de vista adolescentes y cinéfilos horroríficos.
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