jueves, 6 de junio de 2013

Hellraiser (1987)

La mente es la fuente primordial, y por lo tanto, la materia prima del llamado cine de autor, y este término raramente es usado en el cine de horror, pero para 1987, la retorcida mente del aún más retorcido Clive Barker, hizo lucir a Dante un poco afeminado, al dar apertura a su infierno personal, ese donde pareciera que el Marqués de Sade se volvió el consejero real de Satán, y han comenzado una orgía de blasfemo placer sadomasoquista, y eso es la saga de Hellraiser.
La gran apertura no se adentra tanto a los conceptos que Barker irá revelando durante lo largo de la saga, los libros, las historietas y demás de su imaginario personal, pero sin duda es uno de los grandes clásicos del horror en la historia del cine.
Sin ser la contenedora de las más grandes actuaciones o el montaje más sorprendente, los efectos especiales y la estética de la cinta, sin duda son referentes absolutos de mucho del uso del horror grotesco de hoy en día, en cómics, tv o cine.
Un clásico absoluto.



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