Luego de matar a Jean Grey en X3, Wolverine sueña y sueña con esto, así que en su serie de pesadillas, de pronto aparece una muy bien interpretada (por Rila Fukushima) Yukio, quien invita a Logan a Japón, y de ahí se desencadenan una serie de eventos no tan mutantes.
En cuanto a historia podemos destacar que sin duda ésta cinta es la mejor contada de X-Men, pues tiene una mayor lógica narrativa que otras, y quizás si es por la carencia de personajes espectaculares, como en otras cintas de la serie mutante, sin embargo, esta sobrepoblación mutante en otras cintas ha ayudado a pasar de largo los detalles chafas, haciendo de lo espectacular de estos seres el parche ideal para los cuenta historias.
La película empieza más increíble de lo que uno espera, pero el largo segmento de amor entre Logan y Mariko (Tao Okamoto) llega a dormir a más de uno y hace que el final, donde el verdadero villano de la historia, Silver Samurai, sea tibio y desestimulante.
Como sea, no es una mala película, no es tampoco la mejor, supera a muchas de la historia en detalles, y pierde mucho por la casi ausencia de más mutantes; y lo más emocionante sin duda es el prólogo postcréditos de Days of Future Past, que regresa a personajes que hicieron de la primera saga una de las primeras sagas que han deleitado a los fans de los cómics.
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