Esta y la siguiente entrada hablaremos de dos propuestas mexicanas puestas como recomendación en esta temporada de fase 3 de Covid en Netflix. Da gusto que haya propuestas nacionales desconocidas en la plataforma, y para coincidencia con nuestro cosmos cinematográfico, las vimos casualmente entre ayer y hoy; ambas cintas son tan distintas y muestran las verdaderas dos facetas vigentes en el cine del país.
Como ven en el título de esta entrada, hablaremos de "Ya no estoy aquí", del director Fernando Frías, quien nos narra la historia de Ulises (Daniel García), un morro regio que ama la cumbia colombiana, se viste bien "especial", pero por andar de vaguito -no vandalea ni nada- se mete en un problema que le obliga a irse a Estados Unidos, donde no se halla, ni encuentra razón para nada, pues entre que nadie le contrata porque ni inglés sabe y que extraña a su barrio todo cholo, nunca logra encontrarse en esa nueva selva a la que llegó. Solo una chica china llamada Lin (Angelina Chen) parece interesarse en él, pero la nostalgia y la distancia de idiomas le torna renuente, y su único anhelo es regresar a Nuevo León, sin saber que al volver lo único que encontrará son secuelas de la guerra contra el narco calderonista que ni de lejos tenía idea conocería.
La cinta termina por ser un viaje único a la cultura de la cumbia regia como nunca antes se había mostrado, como un gran homenaje a un género que en ocasiones está ninguneado ante la gran escena pop que sobresale en el mundo musical. Las actuaciones de los morritos "terkos" son icónicas, y cada aspecto de la película le da un valor significante que pocas películas logran alcanzar.
Casi no hay datos técnicos en internet, pero cabe aplaudir la fotografía y el soundtrack que cierran con broche de oro la producción de Frías. Es ampliamente recomendable si están aburridos de ver lo de siempre. Más cine mexicano así es necesario.
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