Comenzando en un monumento, un monumento al escritor, quien retrocediendo es interpretado por Tom Wilkinson, quien narrará una historia de él mismo jóven, interpretado ahora por Jude Law, en una plática con el millonario Zero Moustafa (Murray Abraham), quien le contará la historia de su fortuna, de cómo de un botones cualquiera (Tony Revolori) al servicio de M. Gustave (Ralph Fiennes, que termina llevándose la película) pasó a ser uno de los más ricos del mundo. En el cuento narra los gustos de Gustave por las ancianas, destacando su amor especial por Madame D (Tilda Swinton), quien, al ser asesinada, hereda un cuadro cotizado a su amante, lo que provoca que la familia de la anciana cace a Gustave, quien arrastra a Zero en la búsqueda de la solución de su inocencia, lo que termina en el cómo las cosas resultaron como resultaron.
Completando el elenco con Mathieu Amalric, Adrian Brody, Willen Dafoe, Jeff Goldblum, Harvey Keitel, Bill Murray, Edward Norton, Saoirse Ronan, Jason Schwartzman, Lea Seydoux y Owen Wilson, y música de Alexandre Desplat, la cinta es un deleite narrativo, visual y sobre todo autoral, deja la perspectiva de Anderson como una persistencia más allá de cuando termina la película, y sin duda consolida al director en un género absolutamente propio que seducirá hasta al más escéptico de su estilo para volverle adepto e inducirlo a conocer más del cine del director. Completa y absolutamente recomendable.

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